BOU BARROETA. A principios del siglo XX se produjo en Chile una llegada masiva de inmigrantes procedentes de las Islas Baleares españolas a los territorios de Coquimbo y Atacama. De esta gran migración salieron varias familias de origen mallorquín, entre ellas la familia Bou, encabezada por Francisco Bou Suñer, de 19 años, originario de Felanitx, y de profesión "maestro alambiquero". Más tarde, a mediados de 1903, su hermano menor Antonio Bou Suñer junto a sus hermanas llegaron a Chile, estableciéndose en la ciudad de Vallenar. Con el paso del tiempo, Antonio Bou Suñer elaboró el primer pisco con la denominación "BOU". Por si fuera poco, fue uno de los primeros productores de pisco en Atacama que presentó su pisco "Bou" en la Exposición Internacional Iberoamericana de Sevilla – España en 1930. Sin embargo, en 1940 se casó con Celestina Barroeta Arrieta y de cuya unión nacieron sus hijos: Antonia, Francisco, Eugenia y Celestina. Mientras tanto, la vida de Antonio Bou Suñer se desvaneció, muriendo en 1961. Debido a esta triste circunstancia, el camino de la producción de pisco continuará en manos de su hijo Francisco Bou Barroeta, quien en 1985 dará a luz a su pisco llamado Bou B pero con el paso del tiempo, decidió restablecer su pisco en 1996, registrándolo como pisco "Bou Barroeta". Sin embargo, en 2011 falleció a los 68 años. Hoy sus hijos, sus nietos y su viuda Teresa Ruiz-Aburto conforman la Sociedad El Rosario.

VALLE DEL HUASCO. El Valle del Huasco, más conocido como el Jardín de Atacama, nace entre paisajes desérticos. Este hermoso valle está moldeado por su historia indígena y colonial, además de su radiante y diversa flora plantada con chañares, pimientos y algarrobos. Estos paisajes están formados por un gran número de pequeñas localidades y pueblos agrícolas que conforman los territorios con cielos limpios, y que los hacen atractivos para el ecoturismo, el agroturismo y las actividades culturales que se pueden realizar en su entorno. A su vez, todas estas características se unen para producir el verdadero pisco de Atacama.

DESTILACIÓN ARTESANAL. El Dios Sol enviaría el cobre, porque de su carne saldría el hombre común, que conservaría el color de ese metal en su piel..., entonces, no pasaría mucho tiempo antes de que el hombre reconociera el color de su origen en estas tierras abundantes de ese mineral, más aún, convirtiendo este metal sagrado en el alambique que produce el verdadero Pisco de Atacama.

RECONOCIMIENTO Y CALIDAD. Este ilustre destilado ha dejado su huella en gran parte del mundo debido a su historia, tradición y calidad. Con lo cual, ha conseguido diferentes e importantes premios a lo largo de los años, especialmente en la Selección de Bebidas Espirituosas de Bruselas. Donde en 2017 su pisco Cofradías fue galardonado con una medalla de oro. Además, en el mismo certamen en 2018 recibió una medalla de plata por "Marías y Noor" y en 2019 recibió la distinción medalla de plata por "Luxstelle".

EN EL CORAZÓN DE ATACAMA. Bou Barroeta se encuentra en Viña El Rosario, cerca del Alto del Carmen y en el corazón del valle del Huasco. A partir de aquí y desde hace varias generaciones venimos produciendo variedades de Pisco. El resultado que logramos se debe a la cuidadosa selección de uvas, al proceso de destilación artesanal y a la vasta experiencia. Nuestro principal objetivo es entregar un producto de calidad con excelencia e historia.

COSECHA. Bajo los cielos más puros del Valle del Huasco emergen las dulces y generosas vides de moscatel que producen el proceso agrícola más antiguo de la humanidad. Donde cada racimo es cortado y limpiado con las manos fieles y experimentadas del terroir. Ya que en ellos se encuentra todo el espíritu de la tradición pisquera.

LA MOLIENDA. Con la atenta mirada de los cerros que encierran los coloridos paisajes del Valle del Huasco y su aire aromático de chañares y pimientos, se desarrolla el milenario proceso de molienda. En el cual, se extraen los jugos de uva nobles para dar paso al reposo y posterior fermentación.

DESTILADO ARTESANAL. Con la experiencia del maestro alambique, los jugos o mosto de uva ya medidos y fermentados viajan directamente al alambique. Lo que dará lugar a la alquimia que producirá los alcoholes que darán fuerza y cuerpo al futuro destilado.

EL ALEMBIQUE. En este noble alambique de cobre el ya fermentado Se depositan los jugos de uva. Bueno, tomarán temperatura para evaporarse y Cuando se enfríen, la condensación producirá una destilación que dará como resultado la alcoholes aromáticos que se guardarán bajo los secretos centenarios de almacenamiento.

LA GUARDA. Esa madera, que provenía de la cordillera que rodeaba los lagos calafquenes en el corazón del territorio mapuche, ya envolvía el alma de los viajeros ya que simbolizaba no solo la nueva vida, sino también la inmortalidad del alma. El Coyan, como lo llamaba este pueblo, fue también el testigo inevitable de su historia, como lo hace hoy con el pisco dentro de las barricas.